Y durante su última semana se mantuvo holgadamente por debajo de los 90, lo que siempre es una buena noticia. Esto es así porque el precio del petróleo condiciona directamente el de los combustibles. Por ejemplo, la IRU señala que esta última semana se ha producido un descenso medio en todos los países que engloba de más del 1%, a pesar de que esta media sigue creciendo en septiembre (2,3%) y en el acumulado anual (casi un 29%).
En el último año, el ga´soleo ha subido un 60% en España, pero parece que la tendencia se detiene
Estas tendencias son muy similares a las que tenemos en nuestro país. Fenadismer aporta el dato de que, en los últimos 12 meses, el precio del litro de gasóleo ha subido casi un 60%, algo insostenible e inaceptable, a partes iguales.
Acostumbrados a lo caro
Por eso, cuando nos acercamos al surtidor y vemos que el precio es algo más bajo que en anteriores ocasiones, casi nos alegramos. Por desgracia, nos hemos acostumbrado a pagar caras la mayoría de las cosas, al menos mucho más que hace no tanto. Y eso puede ser un problema. Nunca está de más una cura de realidad, que obliga a tomar decisiones empresariales en función de la coyuntura existente en cada momento, pero tampoco debemos perder el foco de que una inflación por encima de los dos dígitos es imposible de aguantar, a todos los niveles.
Así que alegrémonos de que el precio del combustible siga descendiendo (muy lentamente), porque no sabemos cuánto durará la tendencia.
